sábado, 4 de mayo de 2013

Intervención Francesa 1838-1839

~ANTECEDENTES

En 1827, se había celebrado un convenio con Francia bajo el nombre de Declaraciones 
Provisionales, que sentaban las bases para el futuro arreglo de las relaciones entre ambos países. 
A través del barón Deffaudis, embajador francés, los comerciantes franceses avecindados en 
México enviaron una serie de reclamaciones, que fueron recibidas en Paris con alarma. Entre estas 
reclamaciones, se encontraba la del señor Remontel, dueño de un restaurante de Tacubaya, 
donde algunos oficiales del presidente Santa Anna en 1832 se habían comido unos pasteles sin 
pagar la cuenta, por lo cual exigía ser indemnizado con sesenta mil. 
Ese fue el motivo a que el pueblo mexicano identificara a esta guerra con Francia con el nombre 
de Guerra de los Pasteles. Adicionalmente ese mismo año, un ciudadano francés fue fusilado en 
Tampico, acusado de piratería, lo que tensó aún más las relaciones entre los dos países.
México por la traición y conducta indigna del malhadado Santa Anna recién en 1836 había 
finalizado la guerra con Texas y para colmo llegado el año de 1838 aún no se había podido 
concertar un tratado definitivo en virtud de que el representante francés el barón Deffaudis no estaba de acuerdo con dos artículos del convenio. En consecuencia Daffaudis abandonó su misión 
diplomática en México y regresó a Francia, para volver al poco tiempo (marzo) acompañado de 
diez barcos de guerra que apoyaban las reclamaciones de su gobierno. Fondearon frente a la Isla 
Sacrificios, Veracruz, amenazando con invadir el territorio mexicano si México no cumplía las 
condiciones que Deffaudis plasmó en un ultimátum, que vencía el 15 de abril.
Desde uno de los barcos envió Deaffaudis el ultimátum en el que presentaba las reclamaciones de 
los súbditos franceses en México, por los perjuicios sufridos en sus personas y propiedades 
durante los movimientos revolucionarios ocurridos en el país.
Como el gobierno de Anastasio Bustamante se negara a tratar con Deffaudis mientras hubiera 
fuerzas navales francesas frente a Veracruz, el comandante de éstas, almirante Bazoche, declaró 
bloqueados todos los puertos del Golfo, incautó a las naves mercantes mexicanas, comenzando un 
bloqueo que duraría ocho meses, desde el 16 de abril de 1838 que se rompieron las relaciones.
Al ver que México no cedía ante la presión de tener sus dos principales fuentes de ingresos fiscales 
bloqueadas, Francia envió en octubre veinte barcos más bajo el mando del contraalmirante 
Charles Baudin, veterano de las guerras napoleónicas, con el carácter de ministro plenipotenciario 
del gobierno francés y se reunió en Jalapa con el ministro de relaciones interiores y exteriores de 
México don Luis G. Cuevas para efectuar negociaciones.
En el último proyecto de bases para el arreglo, el plenipotenciario reclamaba del gobierno 
mexicano la celebración de un tratado de amistad, comercio y navegación entre los dos países que 
concediera derechos preferentes a los franceses..
Además México debería pagar a Francia, en el término de treinta días la cantidad de 800 mil pesos 
que se aplicarían del modo siguiente: 600 mil para la liquidación general de los daños sufridos por 
los franceses y 200 mil por indemnización de los gastos de la flota francesa anclada en la costa 
mexicana.

~HECHOS
Como no fueron aceptadas tales demandas por el gobierno mexicano la flota abrió fuego contra el
fuerte de San Juan de Ulúa (Batalla de San Juan de Ulúa) y la ciudad de Veracruz el 27 de
noviembre de 1838, por lo que al día siguiente capitularon ambas entidades.
El gobierno de México reprobó ambas capitulaciones y expidió un decreto el 30 de noviembre
anunciado que se declaraba la guerra al rey de Francia e inmediatamente pidió a Santa Anna que
se pusiera al frente de las tropas e iniciara la ofensiva contra los franceses.
Santa Anna llegó a Veracruz y se dispuso a defender la ciudad, enviando una comunicación a
Baudin informándole que no había sido aprobada las capitulaciones. En respuesta el
contraalmirante ordenó que una columna de 1,000 hombres con artillería desembarcara con el
propósito de aprehender a Santa Anna, y el 5 de diciembre consiguió desembarcar en Veracruz.
Éste al darse cuenta del desembarco reunió algunas fuerzas y se entabló la lucha sin resultados
definitivos para una u otra parte.Ante estas condiciones Baudin ordenó el embarco de sus tropas que fueron perseguidas por los
mexicanos hasta el muelle, donde los franceses al disparar un cañón los pudieron detener
resultando herido en una pierna el propio Santa Anna.
Baudín ordenó a continuación que la artillería naval hiciera fuego sobre la ciudad por lo que Santa
Anna dispuso la evacuación del puerto retirándose hasta Pocitos (a una legua de la ciudad). Santa
Anna rindió su parte ante el presidente tratando de aparecer como héroe, de una hazaña sin
mayor importancia militar.
Puesto que Francia había bloqueado para otros países europeos el acceso a uno de los mercados
más importantes de América, al mes de haber iniciado los combates en tierra, con el propósito de
mediar en el conflicto, la marina británica destacó a la Flota de las Indias Occidentales, logrando
que Francia suspendiera su agresión. El mediador fue el inglés Richard Pakenham, quien consiguió
reunir a los representantes mexicanos don Eduardo Gorostiza y Guadalupe Victoria con el
contraalmirante Baudin. El 9 de marzo de 1839 se firmó un tratado de paz, en el cual México se
comprometió a pagar las indemnizaciones exigidas (seiscientos mil pesos en total), pero no se
comprometía a mantener las garantías exigidas para los extranjeros en el futuro. Francia retiró, a
cambio, la flota invasora, desistió de la indemnización a los gastos de guerra y el desconocimiento
de las Declaraciones Provisionales de 1827 devolviendo además las naves incautadas.



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